jueves, 5 de mayo de 2011

¡Aprender de nuestros errores y llevar a un nuevo nivel la justa lucha de los estudiantes!

“Nos resistimos a ser miembros de una generación infortunada,

a quien le tocó vivir cuando la libertad moría"

José María Vargas Vila

Balance de la Mesa Amplia Universitaria, sobre el desarrollo del movimiento estudiantil presentado a la asamblea general el 5 de mayo de 2011

Desde agosto de 2010 la representación estudiantil al Consejo Superior había alertado sobre el criterio mayoritario del Consejo Superior de imponer una nueva tabla de matrículas, intento que se vio obstaculizado por la importante movilización desarrollada durante el segundo semestre de 2010 donde la oportuna denuncia por parte de la representación estudiantil y la participación de las residencias estudiantiles, algunas organizaciones estudiantiles y otro importante grupo de estudiantes logró que la tabla de matrículas propuesta en su momento en el Consejo Superior no se aprobara, ni entrara a regir para los estudiantes que ingresarían el primer semestre de 2011 tal como lo tenían planeado. Este escenario logró poner como punto de debate del que hacer estudiantil la posición frente al tema de matrículas.



El inicio del movimiento estudiantil este año estuvo marcado por la imposición por parte de la mayoría del Consejo Superior, con la excepción y voto negativo de los representantes estudiantil y profesoral, del acuerdo 001 del 2011 que reglamentó la entrada en vigencia de a partir del segundo semestre de este año de un desmesurado aumento en las matriculas en la U de Caldas.



El hecho anteriormente mencionado generó un amplio rechazo de sectores estudiantiles independientes y las organizaciones existentes al interior del alma mater, dándose una coyuntura que permitió retomar el espacio de coordinación denominada “Mesa Amplia Universitaria” MAU (que si bien ya existía formalmente, no tenía dinamismo por las diferencias entre los sectores estudiantiles generadas en periodos pasados) en este escenario se acordó el carácter de la MAU, que después de arduas discusiones en reuniones iníciales se pactó sería un espacio de unidad de acción donde el consenso sería el mecanismo de decisión, en esa línea se dieron debates trascendentales como: La construcción de un pliego de peticiones en el que se incluyeran las reivindicaciones más sentidas de los estudiantes ante la reforma académico-administrativa, la necesidad de las libertades democráticas en nuestra universidad, las garantías académicas y de bienestar de los programas especiales y como punto principal contenía la derogatoria del acuerdo 001.



En este contexto se iniciaron una serie de movilizaciones y actividades tendientes a generar consciencia en la ciudadanía y entre los estudiantes sobre la condición de la universidad pública. La primera movilización denominada “carnaval cultural de los mil estudiantes”, seguida de la marcha de antorchas, el cacerolazo, las visitas a barrios y comunas por parte de algunas facultades, la cadena humana y un sin fin de actividades culturales, políticas y académicas, que pretendían generar un nivel mayor de comprensión y de lucha en la universidad y hacían parte de la orientación construida en colectivo por la Mesa Amplia Universitaria.



Estos constituyeron aciertos en el funcionamiento de la MAU frente al movimiento estudiantil, toda vez que después de un periodo escaso de grandes movilizaciones se logró consolidar un movimiento en crecimiento, con errores sí, debido a su falta de cualificación y su bajo nivel de discusión, pero con ingentes ganas y disposición de trabajar en función de una mejor Universidad. El aspecto que de ningún modo puede rebatirse a pesar de sus equivocaciones es que el movimiento estudiantil en este periodo estuvo marcado por una importante participación de los estudiantes.



En el marco del desarrollo del movimiento estudiantil se concretaron mecanismos, para acrecentar el nivel de lucha y compresión de los estudiantes como asambleas “escalonadas”, asambleas generales de estudiantes, asambleas por programa y facultad, esto devino en la configuración de un espacio de dialogo, no de negociación con el Consejo Académico y Superior a través de las comisiones que estos espacios designaron. Con la participación en estos escenarios, se buscaba conocer la postura de la administración y sustentar, las pretensiones de los estudiantes, este espacio toca su fin, cuando la administración a través de sus representantes, impide la discusión de algunos de los puntos del pliego, es necesario aclarar que si bien el consejo académico avalo continuar con los diálogos, sin temas vedados, fue el consejo superior el que negó esta posibilidad, de conjunto estas situaciones impidieron el avance real en las conversaciones. Es en esa condición donde la Mesa Amplia Universitaria, traza una táctica que proponía a la asamblea general de estudiantes, Asamblea permanente, bloqueo a las sedes y ocupación de las instalaciones de la universidad, como medidas de presión a la administración por su intransigencia y renuencia al dialogo.



Durante la ocupación suceden reuniones entre estudiantes y profesores que terminan con la Unificación de los pliegos de ambos estamentos. Un elemento que va a incidir en la ruptura parcial del movimiento estudiantil posteriormente es: el llamado a negociar hecho por la administración que acogen los profesores y la asamblea del martes 29 de marzo donde se evidenciaba un importante grupo de estudiantes que buscaban volver a la normalidad académica, aunque la decisión mayoritaria de dicha fecha fue mantener la ocupación y la anormalidad pues los estudiantes carecíamos de un espacio donde las reivindicaciones fueran realmente escuchadas.



El llamado a negociar es presentado por los docentes el martes 29 de marzo en la mesa amplia, que se reúne entre las 7 de la noche y las cuatro de la mañana (con una pausas) en medio de la ocupación para discutir la táctica frente al nuevo panorama que se presentaba, pues los docentes anunciaron que iban a levantar su dinámica de asamblea permanente pues habían llegado a un acuerdo formal con el rector y su equipo directivo.



La misma reunión por las limitaciones del contexto en el que se desenvolvió no contó con la participación de algunos estudiantes que asiduamente participaban de este espacio, el resultado es la propuesta de la mesa amplia de levantar la ocupación y mantener la anormalidad hasta el día sábado 2 de abril, y avanzar en un plan de movilización, siempre y cuando en la reunión de acercamiento programada para el 30 de marzo en horas de la mañana se lograran unos mínimos que permitieran continuar con la discusión y con la premisa de que la administración aceptara que el acuerdo 01 de 2011 no aplicara para los primíparos del segundo semestre de 2011, hubiera garantías académicas, y de movilización, se conformara una comisión del más alto nivel que permitiera someter a nuevo examen todo el acuerdo 01 de 2011. Siempre con el propósito de lograr la mayor cohesión del movimiento estudiantil y en todo caso sujeto a lo que definiera la asamblea general como máximo órgano de decisión.



La propuesta de la MAU para la asamblea del miércoles 30 de marzo tiene su origen en un cambio en la posición de la administración de la universidad frente a los desarrollos de la lucha y en el análisis de la correlación de fuerzas que había en el momento. En este sentido el lunes 28 de marzo no había espacios donde se escuchara a los estudiantes y se justificaba la ocupación, más aún dicha decisión fue absolutamente mayoritaria en la asamblea de ese día, sin embargo el miércoles 30 de marzo y los días posteriores esta situación cambió cuando la administración aceptó la mediación del Consejo Académico y cedió en aspectos importantes para los intereses de los estudiantes y la misma asamblea empezaba a mostrar posiciones encontradas.

Es tan evidente que la situación había cambiado, lo que exigía una nueva postura de la asamblea general de estudiantes, al punto que el principio de acuerdo se firmó el 30 de marzo en medio de la ocupación, incluso el Consejo Superior decide la derogatoria del artículo que le daba vigencia al acuerdo 01 de 2011 en medio de la anormalidad académica, no obstante haber dicho en un comunicado del 26 de marzo de 2011 que únicamente aceptaría cualquier discusión bajo la condición de normalidad académica, quedando claro que el ritmo de las discusiones lo marcó la importante movilización, con lo que se hizo respetar el movimiento estudiantil.



El análisis que se hizo de la nueva condición táctica coincidió con la apertura de un espacio de negociación abierto por la administración en medio de la anormalidad académica, y la suscripción de una serie de compromisos por parte del rector que fueron el resultado de la resuelta posición y las vías de hecho implementadas por los estudiantes en días anteriores. El hecho de la fractura puede aducirse entre otras razones a la posición de algunos programas, que desde el inicio del movimiento estudiantil, se mostraron opuestos a la anormalidad académica, por las condiciones de diseño curricular en algunos casos, por la realización de las practicas, por simple apatía, por la falta de análisis en los métodos y en la clarificación de los objetivos trazados de manera colectiva y por la carencia de espacios en las asambleas generales para presentar con detalle los informes y realizar las discusiones necesarias y profundas, lo que demuestra que el proceso de politización y concientización entre el estudiantado, no fue realizado correctamente.



Aunado al hecho anterior, la propuesta presentada por la Mesa Amplia y aprobada en la asamblea del 30 de marzo causó en un sector del estudiantado una nueva fractura, ya que la propuesta generó suspicacias y resquemores entre algunos espacios de estudiantes que no veían tan claramente la forma en la que este proceso se iba a conducir, pues no eran claros los límites y mínimos de la negociación. La no definición de estos aspectos desde el inicio de la movilización es un asunto que autocríticamente asume la Mesa Amplia Universitaria. No obstante es preciso decir que a la confusión de ese momento contribuyó de igual manera la falta de respeto expresada en panfletos que se lanzaron de manera anónima e infundada o afirmaciones carentes de razón donde se señalaba como vendidos a los representantes estudiantiles. Así mismo un punto que generó división y que aún es un objeto de disenso (hay puntos de vista que consideran que es una falta de respeto) fue el comunicado de rechazo que la misma representación estudiantil al Consejo Superior propuso, ante la actitud asumida por un grupo de estudiantes capuchos en la ocupación.



Las diferencias naturales suscitadas entre los estudiantes, no permitió un sano debate de las ideas sobre la nueva condición y el que hacer en medio de ella, muestra de ello son las asambleas del 1 y 4 de abril, donde esas prevenciones y fracturas quedaron puestas de manifiesto en el desarrollo del espacio, donde no se debatió, pero si se chifló, silbó y abucheó, quedando una vez más expresado el bajo nivel de disposición a una discusión académica y política del movimiento estudiantil en la U de Caldas. Fue también un error que por prevenciones no discutidas y en algunos casos infundadas, no se permitiera que persona alguna de la MAU, participase en la dirección de la mesa coordinadora en las últimas asambleas.



La última asamblea general de estudiantes, donde se debatiría el quehacer del movimiento estudiantil programada para el 4 de abril por el ambiente en que esta se desenvolvió, no propició las condiciones para desarrollar las discusiones necesarias, partiendo de los reducidos tiempos para las intervenciones de los estudiantes en un momento tan trascendental, en el plano de las decisiones esta asamblea tomó definiciones que no fueron tan claras y que terminaron disueltas a fuerza de la definición del Consejo Académico de aplazar el semestre, aprovechando la situación de división del movimiento estudiantil para cerrar la universidad y con ello el debate y la movilización.



Hoy es claro que el escenario institucional, léase comisión de “alto nivel”, para incidir en la modificación del acuerdo 01 de 2011 se ha vuelto a retomar, la Mesa Amplia destaca que si bien el 100% de los objetivos no se lograron hay evidentes avances frente a lo que constituía inicialmente el acuerdo de matrículas.



Podemos afirmar sin duda alguna que sin la lucha denodada y el respaldo de los miles de estudiantes que se movilizaron entre los meses de febrero y abril no podríamos registrar hoy la exoneración a los niveles 1 y 2 del Sisben que beneficia a un 17% de la población estudiantil según la muestra de la oficina de planeación. Fruto de la lucha es que se logra la derogatoria por parte del Consejo Superior del artículo 18 del acuerdo 01 de 2011, lo que implica que dicho acuerdo no se aplicará a los primíparos del segundo semestre de 2011 y que entrará a regir a partir del año 2012, luego de la revisión que desarrollara la Comisión de “alto nivel”.



Que el rector se haya comprometido a respetar los compromisos que en semanas anteriores se habían discutido, significa que la discusión de revisión del acuerdo 01 de 2011 no parte de un Puntaje Básico de Matrícula (PBM) 10 como lo señala el acuerdo 01 de 2011, sino de PBM 14. Hay consenso para establecer una tabla de descuentos para estudiantes que son padres y madres de familia, de no considerar el 100% de los ingresos para la liquidación de la matrícula sino un porcentaje que está por discutirse, de ampliar la beca social universitaria del 90% de la matrícula a los hijos de los profesores ocasionales, elementos que no están en el acuerdo 024 de 2002 y que significan un avance frente a lo que rige actualmente.



De igual manera la discusión parte del compromiso de restablecer los descuentos del 15% y 20% por procedencia a personas que registran ingresos por debajo de 1,5 salarios mínimos mensuales, así como la reducción del impacto a los estratos 3, mediante la modificación del puntaje otorgado al estrato en el primer anexo técnico. Así mismo hoy la discusión parte de revisar artículo por artículo tal como lo comprende el primer punto del acuerdo del 30 de marzo que consigna que no solo los puntos anteriores están acordados sino que se va a someter a nuevo examen el acuerdo 01 de 2011, lo cual implica la posibilidad de modificar la esencia del 01 de 2011, logrando una tabla de matrículas que preserve la esencia pública de nuestra universidad.



La constitución de un comité interdisciplinar que oriente la participación de los delegados estudiantiles en la Comisión que revisara el acuerdo 01 de 2011 y la realización de un seminario y otros espacios académicos abiertos para cualquier estudiante que desee contribuir en este proceso, son los escenarios para discutir, recoger las percepciones, mirar todos los elementos y ampliar la participación del estudiantado en torno a estos asuntos vitales en la mira de garantizar la defensa de la Universidad de Caldas. Estas son tareas urgentes que nos impone el momento y que desde la Mesa Amplia Universitaria consideramos deben realizarse e institucionalizarse a fin de lograr la participación más cualificada en el escenario de negociación de la tabla de matrículas.



Hacemos un llamado a asumir desde cada facultad la construcción de espacios de discusión y movilización entorno a las problemáticas propias de cada uno de los espacios de facultad, así mismo a desarrollar un profundo debate frente al Plan Nacional de Desarrollo, la Ley de Primer Empleo, el proyecto de acto legislativo de sostenibilidad fiscal, la nueva ley de educación, o mal llamada reforma a la ley 30, propuestas por el gobierno de Juan Manuel Santos, es necesario que realicemos un frente común como nunca lo hayamos visto para poder superar de manera victoriosa la arremetida que se nos viene el próximo semestre.



Es preciso que los estudiantes revisemos nuestro comportamiento en las asambleas y demás espacios políticos, que nos realicemos una profunda autocritica Y QUE EL RESPETO POR LA DIFERENCIA SEA EL QUE PRIME EN LOS ESCENARIOS ASAMBLEARIOS.



Siendo este el balance que presentamos desde la MESA AMPLIA UNIVERSITARIA en donde sabemos se nos escaparan algunos elementos, pero hemos intentado desarrollar un análisis lo mas concienzudo y objetivo posible, con el fin de poder avanzar hacia los objetivos que nos hemos trazado de manera colectiva: La construcción de un Movimiento Estudiantil en la Universidad de Caldas como parte de vital importancia en el desarrollo de la vida Universitaria.



Llamamos a todos y todas en los actuales momentos a corregir los errores, fortalecer los aciertos y llevar a un nuevo nivel la movilización y politización del movimiento estudiantil de la universidad de caldas, mediante el fortalecimiento de los espacios por programa y facultades.



A discutir, Organizar, Avanzar y Ganar

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